Arxius

Posts Tagged ‘Orestes’

Els herois, personatges i llocs troians i odisseics a la Bibliotheca Musarum, de Joan Cavalleria i Dulach (1681). La mitografia en el sis-cents català

.

.

.

GazophylaciumJoan Lacavalleria i Dulach, ciutadà de Barcelona, on hi nasqué el 1640, i doctor en drets, és bàsicament conegut com a autor del que fou el gran diccionari català fins a la publicació del de Pere Labèrnia, el Gazophylacium Catalano-Latinum, imprès a Barcelona el 1696 per Antoni Lacavalleria. El Gazophylacium, el “Tresor”, era una eina per a l’aprenentatge del llatí, a partir del català, si bé el fet que no es limiti a la pura traducció dels vocables, sinó que per a cada terme en català hi inclogui generalment una breu definició, en aquesta llengua, el fa una obra de lexicografia catalana de gran interès.Gazophylacium p

De l’extensió i perdurança de l’ús del Gazophylacium ens en donen testimoni els versos del mallorquí Marià Aguiló, nascut el 1825, uns 130 anys després de la publicació del referit diccionari:

.

D’infant, la llengua del Laci
m’ensenyava un reverend
a cops de Gazophilaci,
i abans que encetés Horaci
n’esbucaren el convent.
.
Marià Aguiló
Al lector

.

.

Bibliotheca musarum - 1El 1681, quinze anys abans de la publicació del seu Gazophylacium, Joan Lacavalleria donà a la impremta un llibre en dos volums, titulat Bibliotheca Musarum sive Phrasium poeticarum epithetorum, synonymorumque cum interpretatione hispana thesaurus, que publicà, com en el cas del Gazophylacium, l’impressor Antoni Lacavalleria (continuador de la impremta de Pere Lacavalleria, pare de Joan).

A diferència del Gazophylacium, el Bibliotheca Musarum no és en català i llatí, sinó en castellà i llatí. Joan Lacavalleria dedica aquesta seva obra “A los humanistas”, i en la seva introducció ens indica que es tracta de la refosa de material que es trobava en diverses obres:Bibliotheca musarum - 2

L’ “Smetio“, és a dir, el popular vocabulari de locucions llatines del metge i humanista flamenc Hendrik Smet; l'”Officina Textoris“, de l’humanista francès Jean Tixier de Ravisi (Johannes Textor Ravisius); el “Delectus Epithetorum“; l'”Scala Parnassi“; l'”Arte Poetica“; el “Tesoro Poetico“; les “Elegancias Poeticas”, etc.

Entre els diferents continguts de l’obra, el que n’ocupa la major part és un diccionari de noms de lloc i de personatges, extret d’autors llatins clàssics (Virgili, Ovidi, etc.), amb indicació de la llargada de les seves síl·labes, amb una breu explicació en castellà, amb cita de fragments d’obres clàssiques on apareix el nom en qüestió, sinònims, epítets aplicats al personatge de que se tracta, etc.

A continuació transcrivim les principals definicions “en romance” dels noms d’herois, personatges i llocs relatius a les històries troianes i odisseiques, fent-nos així una idea de quina visió en podia obtenir, a finals del segle XVII, un “humanista” lector de l’obra de Lacavalleria. Com a curiositat, l’errada d’atribuïr a Ulisses la mort d’Aquil·les, tot i que abans, al parlar de Paris, s’indica que fou ell, qui l’occí.

.

.

.

Achilles.- Hijo de Peleo Rey de Tessalia, y de la Diosa Thetis, hija de Nereo: nieto de Eaco, y uno de los Principes de Grecia que sitiaron à Troya. Los Poetas fingen, que su madre le bañò tres vezes en la laguna Stygia, lo que le hizo invulnerable, excepto en el talon por el qual su madre le cogiò, y tenia cuando le bañava en la laguna. Tuvo por su maestro à Chiron el Centauro, y despues su madre le embiò à la Corte del Rey Lycomedes, adonde tomò al vestido de donzella para evitar con esas trama la ocasion de ir à la guerra de Troya; donde segun el Oraculo avia de morir; empero Ulisses lo descubriò. Hallandose en el sitio de esa ciudad matò a Hector, y despues de aver arrastrado su cuerpo al rededor de Troya, lo vendiò al Rey Priamo su Padre, à quien pidiò Polyxena su hija para casarse con ella; pero estando para celebrar el casamiento en el Templo de Apollo, Paris hermano de Hector mató à Achilles con una saeta, con que le atravessò el talon.

Aeneas.- Eneas hijo de Anchises, y de la diosa Venus, Principe de Troya, à quien dà grande fama el Poema de Virgilio. Casò en primer lugar con Creusa hija del Rey Priamo, de la qual tuvo a Iulo, llamado también Ascanio. Después que los Griegos hubieron rendido à Troya, se fue para Italia, adonde tomò por su segunda mujer à la viuda hija del Rey Latino, prometida à Turno, al qual Eneas venció y sucedió en el Reyno.

Agamemnon.- Hijo de Atreo y de Erope, marido de Clytemnestra, nieto de Tantalo, hermano de Menelao : Rey de Mycenas, General del Exercito de los Griegos en la guerra de Troya. Despues del rendimiento de essa Ciudad, à su buelta à su Reyno, Clytemnestra le hizo matar por Egysthe.

Ajax.- Hijo de Telamon, grande Capitan. Hallandose en el sitio de Troia pidió las armas de Achiles muerto, se las negaron, y se dieron a Ulysses, enloqueciò por la injusticia, y estando loco matava las fieras, que encontrava pensando matar à Ulysses su competidor, y bolviendo después sobre si, se matò con la espada, que en un desafio avía recibido de Hector, y los Dioses convirtieron su sangre en la flor Iacinto.

Briseis.- Hippodamia, assi llamada de su padre Briseo, natural de la Ciudad de Lyrnessa en Phrygia. Fue à Achilles, y robola despues Agamemnon.

Cassandra.- Hija de Priamo, Rey de Troya. Profeta muy acreditada. Agamemnon la salvò del incendio de Troya, y se la llevò consigo en Grecia.

Circe.- Hija del Sol y de Persa, hermana de Eeto Rey de los Colchos, hechizera muy acreditada, la qual se fue à Italia.

Clytemnestra.- Muger de Agamemnon, la qual conspirò con Egystho la muerte de su marido; pero Oreste su hijo, y de Agamemnon matò à su madre para vengar la muerte de su padre.

Cyclopes.- Gigantes en Sicilia cerca del monte Etna. Tienen un solo ojo en la frente; y la fabula los llama Ministros de Vulcano.

Diomedes.- Rey de Etolia, hijo de Tydeo, nieto de Oeneo, Rey de Calydonia, Capitan Griego. En el sitio de Troia heriò à Venus à la mano, y la Fabula dize que sus compañeros fueron transformados en aves.

Hector.- Hijo de Priamo Rey de Troya, que Achiles matò.

Hecuba.- Muger de Priamo, Rey de Troya, la cual (rendida aquella Ciudad por los Griegos) murió desesperada.

Bibliotheca musarum -4Helena.- Hija de Iupiter, y de Leda, muger de Tyndaro. Dize la Fabula que Helena tomò la figura de un cisne, y que el Dios la conociò. Casò con Menelao, rey de Argos, y en primer lugar Theseo la robò, y despues Alexandre, ò Paris hijo de Priamo. Menelao, y su hermano Agamemnon con el socorro de los Principes Griegos, para vengar el robo, destruyeron à la Ciudad de Troia. En el sitio mataron à Paris. Helena casò con Deifobo, mas fue entregada à su marido, el qual matò a Deifobo hermano de Paris.

Helenus.- Hijo de Priamo, adivino muy perito.

Hermione.- Hija de Menelao, y de Helena, prometida à Orestes por Tindaro, y también prometida a Pyrro por Menelao, el qual como se hallava en el sitio de Troia, ignorava que huviessen desposada à su hija en Argos. Orestes matò a Pyrro, y gozò de Hermiona.

Homerus.- El mas celebre de los Poetas Griegos, y según se refiere, fue cegado.

Ilias.- Cosa de Troia. Poema de Homero llamado Iliada, de dicha ciudad.

Ilium.- Troya, llamada assi del Rey Ilo, el qual la acrecentò.

Iphigenia.- Hija de Agamennon, y de Clytemnestra. Agamennon mató à un ciervo en la Aulida, y para satisfacer à la ira de Diana, quiso sacrificar à su hija: Diana movida de compassion sustituyó à una cierva en lugar de Ifigenia, à la qual la Diosa se la llevó à la Taurica, donde el Rey la hizo Presidenta de los Sacrificios de Diana

Ithaca.- Isla del mar Jonio, donde Ulysses reinò.

Menelaus.- Hijo de Atreo, y de Aeropa, hermano de Agamennon, y marido de Helena.

Nestor.- Hijo de Neleo; y de Chloris. Anduvo à la guerra de Troya siendo de edad de trescientos años. Fue muy elocuente, y su vejez le avía dado mucha experiencia.

Orestes.- Hijo de Agamennon, y de Clytemnestra, à quien el matò por ser adultera con Egistho: por loqual, y otros malos echos estimulado de su misma conciencia andava acossado de las Furias infernales que le abrasavan por varias Partes del mundo, hasta que delante del altar de la Diosa Diana fue absuelto à culpa y pena. Fue este Orestes gran amigo de Pilades.

Palladium.- Estatua de la Diosa Palas, que los Troianos creian aver bajado del Cielo, y la guardavan en el Templo de Troia. El Oraculo les dio à entender que la Ciudad nunca seria rendida, mientres tuviessen en su posession el Idolo, el cual Dionedes, y Tydides se llevaron, quando se hazia la guerra à Troia.

Paris.- Paris, llamado también Alexandro, hijo de Priamo Rey de Troya. La Discordia en el convite de las nupcias de Peleo echó una manzana de oro, con este lema, Detur pulchitiori. Paris fue escogido por Juez de Juno, Pallas, y Venus, y dio el premio à Venus. Despues passò en Grecia, donde robò à Helena, muger de Menelao, el qual fue causa de la guerra de Troya, y matò a Achiles, aunque despues Pyrrho le matò à èl.

Patroclus.- Hijo de Menecio, y de Stenela, muy amigo de Achilles: ambos juntos se fueron à la guerra de Troia. Patroclo aunque peleasse con las armas de Achilles, Hector le matò.

Bibliotheca musarum -3

Penelope.- Hija de Icaro, muger de Ulysses, la cual guardò inviolablemente su castidad por el espacio de veinte años que su marido estuvo ausente. Ulysses à su vuelta tomando el vestido de un mendigo, matò a todos los que quisieron violar à su muger.

Penthesilea.- Reyna de las Amazonas, la cual se fue à Troia para socorrerla contra los Griegos; donde Achilles la mato.

Pergama, -orum.- El Castillo de la Ciudad de Troya.

Polyphemus.- Gigante, hijo de Neptuno. No tenia mas que un ojo en la frente, y robava en los caminos de Sicilia, donde Ulysses le embriagò, y con un leño encendido le quitó el ojo.

Polyxena.- Hija de Priamo, y de Hecuba. Solenizandose las nupcias de Paris, y de Hecuba en el templo de Apolo, Paris matò a Achilles, à quien Hecuba era prometida. Rendida Troya, Pyrrho vengò la muerte de su padre con la de Polyxena.

Priamus.- Hijo de Laomedon, Rey de Troia. Rendida Troia, Pyrrho le matò.

Scamander.- Rio de Troya, llamado tambien Xanthus, donde se lavaban las doncellas antes de casarse.

Troja.- Region de la Asia menor, donde fue edificada la Ciudad de Troia por Apolo, y Neptuno, segun el concierto que hizieron con el Rey Laomedon.

Ulysses.- Hijo de Laertes Rey de Ithaca, y de Dulikio en Grecia, grande Capitan, muy eloquente, y muy astuto. Llegado que huvo à la guerra de Troya, robó el Paladion, y matò a Achilles, por cuyas armas riñiò con Aiax, y le venciò. Rendida que fue Troya, navegò por el mar diez años, por cuyo espacio quitò el ojo a Polyfemo, visitò la hechizera Circe, baxò a los Infiernos, y se livrò de las assechanzas de las Sirenas. Despues bolviò con el vestido de mendigo para ver à su muger, llamada Penelopa, y con este trage matò a aquellos, que quisieron violar su castidad.

.
.
.
.

Bibliotheca musarum - lloms

.

Gazophylacium pJoan Lacavalleria i Dulach

Gazophylacium Catalano-Latinum

Antonium Lacavalleria

Barcelona, 1696

.

.

Bibliotheca musarum - 1Joan Lacavalleria i Dulach

Bibliotheca Musarum sive Phrasium poeticarum
epithetorum, synonymorumque cum interpretatione
hispana thesaurus

Antonium Lacavalleria
Barcelona, 1681

.

.

.

Clitemnestra parla tota sola, a «Els missatgers no arriben mai», de Biel Mesquida

.

.

.

Biel Mesquida - MissatgersSi negués que arribares com un brau lluitador i destrossa­res dins l’horror de la batalla el meu home, Tàntal, esclafares contra les pedres la meva filla, em raptares com un botí de guer­ra i així i tot aconseguires que perdés el cap per tu, Agamèmnon, mentiria.

Si digués que hi hagué una casa blanca amb jardí vora d’aquesta mar grega on tu i jo fórem feliços, i em donares la llavor de quatre fills formosíssims, Ifigènia, Electra, Crisòtemis i Orestes, m’acostaria als fets més senzills i més vertaders.

Si assegurés que res no feia preveure la catàstrofe d’aquell matí maleït, quan et vaig veure encès d’ira i de ràbia amb les notícies del rapte d’Helena i no vaig saber de seguida que aque­lla guerra era la festa que esperaves per poder desfogar els teus instints de mascle conqueridor, salvador, protector, que defensa l’honor de la família, Agamèmnon meu, em podrien acusar de somniadora.

Si contés que m’enviares un missatger per entregar-te la nostra filla més bella, Ifigènia, perquè es casés amb Aquil·les, i en lloc d’això la sacrificares a la deessa Artemis perquè et donés el vent necessari per inflar les veles de les naus que et durien a Troia a salvar la bella Helena de les mans de Paris, mentre jo em moria de dolor de mare traïda, també hi hauria gent que mormolaria que em deixava dur per la invenció.

Si confessés l’existència d’una dona que porta deu anys esperant el retorn d’un home cruel i aprofitat que creu que l’am­bició i la guerra estan per damunt de l’amor, una dona que no s’atura de fer voltes com una boja parlant, plorant i xisclant d’esma, dins aquest casalot dels Atrides, desert i luxós, amb les sales plenes de la teva absència, una obscuritat dura que se’m fica per tots els forats del cos i no em deixa lloc per a cap lucide­sa, també dirien que no dic la veritat.

Però si xiuxiuegés que hi havia lamentacions i planys d’innocents condemnats en algun lloc fosc que em perseguien sempre com un fat, seria com si toqués un bloc d’humanitat nua i podria explicar aquest sentiment terrible quan el temps s’atura i caus en una tristesa sense edat on et sents tocat d’un mal incurable.

El cos i la ment són inseparables.

Biel Mesquida Amengual (Castelló de la Plana, País Valencià; 1947)

Biel Mesquida Amengual (Castelló de la Plana, País Valencià; 1947)

Estic farta de fer voltes i voltes dins aquest palauot micènic, vell i polsós, que cau a trossos, entre cortinatges arnats i salons buits, sense trobar ni un oratge de consol, ni una pa­raula de compassió.

[…]

Biel Mesquida
Clitemnestra parla tota sola

.

.

.

.

.

Biel Mesquida - MissatgersBiel Mesquida

Els missatgers no arriben mai

llibres del món i de la bolla, 28
El Gall Editor. Pollença, 2012

ISBN: 9788492574896

.

.

.

Joan Ferraté sobre Carles Riba i la seva nova Odissea

.

 

…atès que en els anys cinquanta Riba havia publicat la seva segona versió de l’Odissea homèrica i tenia enllestides les traduccions —en prosa i en vers— de les tragèdies de Sòfocles, Ferraté aprofità aquella avinentesa per a assenyalar ja idees enraonades i sòlides sobre la traducció poètica —una activitat a la qual es lliurà al llarg de la vida i en la qual excel·lí, en català i en espanyol— i, també, per a mostrar una excepcional capacitat de llegir la poesia grega com a poesia, equidistant de la filologia com a zona closa als no especialistes i de l’anostrament i la modernització banals que ignoren la diferència, la distància i l’especificitat de la cultura dels grecs. Així, en remarcar, relativament a la traducció homèrica, que «per arribar a ser fidel a la intenció poètica unitària, Carles Riba ho ha hagut de ser abans literalment als detalls, únicament en els quals aquella intenció es manifesta», Ferraté desactiva, en nom de la poesia i des de l’òptica de la traducció —i, des del punt de vista teòric, més enllà del que Riba mateix va arribar a formular mai—, l’anomenada qüestió homèrica —analistes i unitaris—, que solia o bé reduir la poesia a problemes filològics i històrics o bé prescindir-ne, d’aquests problemes, sense fonament.  

Carles Miralles

“Joan Ferraté”

Actes de la Jornada d’estudi i evocació organitzada per l’Aula Carles Riba
i la Residència d’Investigadors CSIC-Generalitat de Catalunya
i celebrada el 27de febrer de 2004

Aula Carles Riba

.

Joan Ferraté i Soler (Reus, 1924 - Barcelona, 2003)

.

.

LA NOVA ODISSEA

 .

Llegir Homer és ja pels orígens un do dels déus: ells or­diren el destí dels herois perquè els homes tinguessin des­prés la matèria dels seus cants. Llegir L’odissea en català és també un do diví; almenys, quan la poètica del traduc­tor suposa i espera la col·laboració demònica en el seu es­forç. I divina, sens dubte, obra del dèmon, és la nova ver­sió que Riba ens ha ofert de l’immortal poema. Obra del geni, però no menys d’un saber poètic i humanístic propi per suscitar el geni.

…..Sobre l’admirable epos hem de suposar que ja ha estat tot dit; i en aventurar alguns mots amb referència a ell cal acceptar el risc de fer-ho a compte d’altri.

…..L’odissea és el poema de l’adolescència greu i temorosa i de la maduresa desimbolta i escèptica: Telèmac i Ulisses. Tota una primera secció, «El viatge de Telèmac», és dedicada a descriure’ns el tipus de l’adolescent fidel, que s’esforça a entrar en el personatge ideal que els seus amics, els grans per l’edat i pel seny, i la pròpia consciència, li proposen; a incorporar en els seus actes els trets del para­digma. El paradigma aquí és Orestes, que ha sabut venjar damunt Egist la mort del pare. Telèmac, com Orestes, ha de trobar el seu renom en la defensa del patrimoni patern enfront de la voracitat dels pretendents, i punir-ne la in­solència. Es així que el motiu d’Orestes recorre constant­ment al llarg dels quatre cants de què consta la primera secció. Es ell que principalment els dóna la perspectiva educadora, exemplar, paidèutica, que tan admirablement sabé descobrir Jaeger en tota la cultura grega. I d’aquí pro­vé també la noble gravetat, la profunda fe en l’home, fo­nament de la seva noblesa, i l’aire resolut i senyorívol de totes les seves figures. L’home ideal d’Homer és exem­plar; i com a tal ha de ser revelat a l’adolescent.

…..No és exemplar Ulisses; però sí és admirable i admirat. En el vast retaule de L’odissea, ell és l’única figura amb intimitat; o, si es vol menys anacrònicament, amb un se­cret. De la seva múltiple aventura, en efecte, amb parau­les de Riba,

L’interior treball, ell va saber-lo amb els déus.

…..¿S’ha notat que tota la fantasia de L’odissea, tot el que és faula increïble, s’acumula en els quatre cants en què s’estén la narració d’Ulisses? Si exceptuem les aparicions dels déus, reflex en darrer terme de la personalitat pro­funda, pròxima al propi destí, de l’heroi, la part fabulosa del món odisseic es troba confinada en aquests quatre cants. Per consegüent, ¿què sabem d’Ulisses? ¿Com l’hem de creure? El poeta té plena consciència que la seva trans­cripció del racconto d’Ulisses no és convincent; que ha anat transmetent només ficcions que valen com a tals, i res més. Irònicament ho suggereix el Rei dels feacis en els versos següents (p. 204):

—Ulisses, no, ni un moment hem jutjat, mirant-te, que fossis
un d’aquests xarlatans i embolicadors, com la terra
negra molts en pastura, que van pel món d’escampada
conjuminant falsedats, que l’ull de ningú no hi veuria.
No, a tu et corona de gràcia el que dius, i el que penses és noble,
i ens has contat, com podria bé fer-ho un cantor, amb ciència,
les desventures de tots els argius, i les teves mateixes.

Es l’art de la relació, la gràcia i la noblesa de la faula, allò que val; i val per si mateix, sense que importi massa la seva veritat.

…..I en això es conté el secret d’Ulisses: dels seus anys d’er­rar (¿ho foren, en efecte? ¿No els degué passar el gran erò­tic quiets i en abrigada laxitud, a la vora d’una altra hu­mana Calipso, allí prop potser de la terra feàcia?), res no en sabem de cert. Sabem de les seves mentides, ell, l’home dels mil recursos—polytropos. I és la suggestió del secret que s’acreix de les seves mentides que, en ocultes resso­nàncies de misteri insondable, exalta fins a una prodigio­sa altura mítica la seva autèntica aventura: el retorn.

…..Ulisses és l’home que torna. La transformació soferta per l’antic paredre de la crètico-micènica potnia thêrôn, la Senyora de les Feres, des del seu paper de mer assis­tent sexual en el procés anual de renovació de la natura, fins a la seva actual funció d’heroi proposat a la identifi­cació, en ell, per l’experiència humana, és gran, però no tant perquè no es mantingui entre els dos extrems una cer­ta correlació de sentit. El cicle de la natura es desenvolu­pa, en efecte, dramàticament. Per als grecs el temps és temps natural i, per tant, temps dramàtic. El temps és re­torn. Ja els romàntics alemanys, Schelling en particular, saberen veure en la Ilíada i en l’Odissea conjuntament aquesta correspondència d’expansió i de retorn que té la seva culminació en la reintegració d’Ulisses a la seva ter­ra i als seus focs. Ulisses és, en tant que l’home que tor­na, símbol de la vida de l’home. I si, com vol Joseph Camp­bell, tot mite és una simple variant del «gran mite», the monomyth: «separació del món, penetració en una font de mística força vital, i retorn dispensador de vida», aquest és el mite d’Ulisses. El mite de la plena maduresa, en suma.

…..En la tercera secció de L’odissea, adolescència i madu­resa es retroben i s’alien en l’empresa comuna. El que per Ulisses és un acompliment, per Telèmac es només una ini­ciació. Es aquí que potser el poema sembla menys homè­ric; fins al punt que de vegades potser hauríem desitjat que el traductor hagués reduït a breu esquema la medio­cre insensatesa d’algun passatge penós. Però, fins i tot així, aquest és un final homèric, i, en l’aliança d’edats que pro­posa, humaníssim i exemplar. Si això val més per la signi­ficació conjunta que per tots els detalls, no és menys cert que s’hi aconsegueix de dur a terme la integració total de tants motius d’una narració meravellosa, feta de poesia pura i admirable.

.

Haver-lo pres com a pura poesia i no com a indigna no­vel·la d’aventures, segons que és costum de banalitzar el poema en qüestió, és un primer encert de Carles Riba, obvi per altra banda. L’odissea pertany al tipus de literatura que volen els lectors enfastidits, per dir-ho a la manera de Paulhan. El fet que aquesta voluntat de tedi sembli als més una cosa extravagant no és prou raó perquè alguns tractin de convertir la literatura d’enfastidits en delectació de diver­tits. Després de tot, per no aconseguir-ho: res de tan mor­talment ensopit com les tals adaptacions. La poesia, cal cer­car-la on ja se sap que és: no se la trobarà enlloc més.

…..Un segon encert del traductor és, des del punt de vista crític, igualment important. Tot està a veure que l’estil homèric requereix ineludiblement les fórmules homèri­ques; que és un estil fet de fórmules. Per tant, el traduc­tor, en lloc d’eludir-les, en cada cas haurà d’incorporar-les formalment dins la textura del propi estil. No per reduir­les a expressió que es vulgui cenyir a un sentit o per ana­litzaries arqueològicament en la seva significació prime­ra (d’altra banda, hipotètica massa sovint), sinó per servir-se’n a la manera homèrica en el seu valor de transició, de sosteniment o de remplissage, d’elements accessoris so­bre els quals no s’insisteix i que permeten en el moment oportú l’expressió vivaç, directa i nua, diríem, d’allò que aleshores i només aleshores el poeta ha volgut vivaç, di­recte i nu.

…..Un tercer encert, el qual afecta també la interpretació de l’obra, és haver acceptat la incoherència lingüística i la laxitud sintàctica de l’original en la seva significació estilística pròpia, i—encert, aquest, d’execució—haver sa­but trobar-los l’equivalent en català, en l’ús de dialecta­lismes i d’arcaismes lèxics i sintàctics, que matisen i ele­ven oportunament un estil essencialment col·loquial, molt pròxim a la llengua parlada. Tant el grec com el català li­terari actual són llengües de les quals podem dir que l’anacolut no hi és encara falta de gramàtica. Per traduir Ho­mer al català, potser això és una sort. Però haver sabut fer d’aquest atzar una necessitat és un assoliment impu­table només a la vigilància de Riba.

…..Això ens duu al que concerneix pròpiament la traduc­ció. En el que es refereix a l’adaptació mètrica, les difi­cultats plantejades i resoltes en el mateix intent de fideli­tat de què partí Riba només poden ser analitzades tècnicament, i no pas ara. Limitem-nos a notar que la fi­delitat al·ludida és gairebé perfecta en el que afecta el me­tre emprat, en tant que es manté allò fonamental de l’hexà-metre homèric: els sis ictus i el joc de cesures. Quant a la fidelitat al contingut, l’assolit per Riba és sorprenent i probablement únic. Però convé d’advertir que, en dir això, de cap manera no pensem afirmar que en aquesta traducció s’hagi vertit poèticament i, diríem, en sugges­tió abreujada, alguna cosa que una altra versió menys li­terària podia haver analitzat punt per punt en la seva li­teralitat estricta. Aquest és l’error que en el seu pròleg el mateix Riba podria induir a cometre, quan suggereix dos posibles extrems d’una alternativa oferta al traduc­tor; alternativa entre literalitat o «literarietat», entre la fidelitat al detall i la suggestió de la impresió conjunta. Ara, aquesta alternativa és solament un fantasma que s’han inventat els traductors inhàbils; en l’espècie, els ar­queòlegs. Com a tal fantasma, és útil als seus inventors, i per això té vigència, però no correspon a res de real que ens importi. Correspon, a tot estirar, a una banalitat sen­se importància: a l’arqueòleg que no domina el grec li in­teressa una traducció com més estúpida es pugui, és a dir, estupefacta en els detalls (i encara no tots), de manera que hi pugui reconèixer immediatament els temes de les seves dissertacions; el seu ideal fóra en darrer terme una «traducció» en la qual, en comptes del nom en una llen­gua moderna qualsevol dels distints animals que apareixen en l’obra, se li donés la notació en termes tècnics zoolò­gics, o la menció d’aquesta o aquella arma o instrument fos substituïda per la seva reproducció fotogràfica o per la reconstrucció en un dibuix ben honest. Interessa a l’ar­queòleg, no una traducció, sinó un catàleg. Fora d’això, que a penes és res, no hi ha gairebé res més que el buit darrera del grotesc fantasma.

…..Deixem el grotesc. No fem cas de cap alternativa entre dues fidelitats distintes. Carles Riba ha demostrat amb aquesta traducció de L’odissea—i en això consisteix allò sorprenent a què em referia—que la traducció més poèti­ca és al mateix temps la més literal. Després de tot, el cert és que altrament hauríem d’acceptar que l’escriptor ope­ra amb una intenció doble: d’una banda, l’expressió d’un contingut qualsevol; de l’altra, el seu revestiment d’una forma que l’ha de realçar. Ara, això és fals: la intenció de l’escriptor és única, i ho és també la del traductor. Prou que la sabem: és l’expressió d’un contingut que només existeix en la mesura en què està incorporat en una for­ma. La versió literal del primer suposa necessàriament l’adaptació de la segona. Per arribar a ser fidel a la inten­ció poètica unitària, Carles Riba ho ha hagut de ser abans literalment als detalls, únicament en els quals aquella in­tenció es manifesta. Si veritablement en fos un, fóra sens dubte aquest el secret del seu èxit.

Barcelona, octubre 1953

.

Joan Ferraté

.

.

.

.

Joan Ferraté

Papers sobre Carles Riba

Assaig minor,8

Quaderns Crema. Barcelona, 1993

ISBN: 9788477271161

.

.

.

 

Josep Pla abomina la Grècia de color de rosa

.

.

.

LA GRÈCIA DE COLOR DE ROSA

.

.

Arribeu a Grècia amb idees preconcebudes. És natural que sigui així. Heu llegit els llibres universitaris sobre el classicisme, els pròlegs i les notes a peu de página de les traduccions dels autors grecs, les especulacions generalment obscures a què han donat origen l’art i la política dels antics, les notes dels viatgers. Els viatgers de Grècia han estat importantíssims. I encara, potser, els qui no hi anaren mai són els més importants, per exemple Shelley.  Aquest immens embalum de paper —el que per anomenar-ho d’alguna manera se’n diu l’humanisme— ha creat dues coses irreals que han aspirat i aspiren a commoure la gent. D’un cantó s’ha format una interpretació obscura, cabalística i inextricable de la Grècia antiga a la qual la Universitat pedant ha estat molt inclinada, però que ha tingut pocs efectes. Els de l’altre cantó han contribuït decisivament a crear una Grècia de color de rosa, empernada en la sublim majestat de la raó —de la Raó— en tots els aspectes de la vida, de la religió, de l’art, de la política. Quan proposo el viatge a Grècia és per contribuir que la gent en tingui alguna idea concreta i plausible. De la Grècia antiga, en queden dues coses importants, que són la terra i el mar i unes ruïnes i, naturalment, uns llibres. Una de les coses més bèsties que s’han pogut fer és crear una Grècia color de rosa. En la constatació d’aquest fet, acostar-se a Grècia és sempre positiu.

.

Josep Pla i Casadevall (1897 - 1981)

Helena, la dona més bella que ha existit en la terra —almenys fins a l’època de Goethe—, tingué una germana anomenada Clitemnestra. Aquesta senyora era casada amb un rei, més ben dit, amb un home que tenia fama de ser el rei dels reis: Agamèmnon. Aquest monarca era molt donat a la política, a anar d’una banda a l’altra, a viure fora de casa, és a dir, a resoldre el que, per abreujar, s’anomenen problemes. Clitemnestra enganyà el seu marit, fou copiosament adúltera. Els escoliastes, sempre tan enraonats, atribueixen a les absències d’Agamèmnon les lleugereses de la seva esposa. És gairebé segur que ténen raó, perquè el fet sovinteja. El que ja és més difícil de comprendre és que Clitemnestra matés el seu marit enganyat a pesar del sacrifici infligit pel pare a la filla d’ambdós, la simpàtica, suau, inoblidable Ifigènia. La raó d’aquest sacrifici sembla que fou la raó d’Estat, que és una raó que ha existit sempre. El món cristià ha posat sobre Ifigènia un vel de candor i de noblesa, i aquesta classe de vels estan bé. Després, Clitemnestra fou morta pel seu fill, Orestes, per venjar el seu pare; però, des d’aquest fet, no tingué un dia de pau, perquè les fúries el perseguiren, implacables, fins que morí.

.

Aquesta fou la família dels Atrides, descrita pobrament i ràpidament sobre textos d’Homer. ¿Es pot dir que fou una bona família? ¿Es pot proposar com a exemple i com a model? Fou certament una gran família, que tingué la sort de tenir un cronista important: Homer. Avui, una família tan encimbellada, com aquella, en el poder polític, encara que no tothom hi trenqués, seria molt discutida. Si la família fos corrent, la gent se’n separaria. Prendre-la com a model a pesar de la hipèrbole del gran poeta és impossible. Aquil·les formà part d’una altra família de la mateixa època. En alguns moments demostrà tenir una guspira de pietat, però en la guerra fou d’una duresa inexorable, terrible. Travessà Hèctor amb una llança i el féu arrossegar, tres vegades seguides, al voltant de Troia. Homer diu, prudent: «Aquil·les hauria estat una bona persona, i el seu més gran desig hauria estat viure al costat del seu pare, i compartir-hi la pau dels seus regnes: els déus, però, disposaren una altra cosa».  Ja!  Els déus!  Obscur problema… ! De vegades, Homer afirma que els déus, i Júpiter concretament, tenen compassió dels homes. Altres vegades afirma que els déus, sempre ben disposats respecte als homes, no poden res si els homes tenen el fat en contra.  I què és el fat?  És l’esperit del mal?  És el dimoni?  Segons els escoliastes, els déus sempre juguen a la de guanyar, i això a la llarga fatiga. Què és el mal? Sobre aquest important afer tenim poques notícies, i les últimes que en tenim provenen de Sant Agustí —home moreno i nerviós— que digué «que cal que el mal existeixi, perquè sigui sentit el desig del bé». Consolació mediocre!  Miserables problemes!

.

Els grecs antics fabulejaren copiosament sobre aquestes famílies mítiques tan poc recomanables i escriviren tragèdies sobre els seus problemes. Aquestes baluernes es representaven en amfiteatres assolellats, davant el mar, entre oliveres, davant grans multituds. Els esdeveniments més monstruosos, les situacions més terribles, passaren per davant dels seus ulls impressionats mentre anaven menjant fiques seques, unes olives, crostons de pa i una ceba. Aristòtil es cregué obligat a formular en la «Poètica» (encara que molt vagament) la teoria de les catarsis —la teoria del millorament de l’home per l’espectacle del mal, la vivacitat de la compassió pels efectes del terror. Aquesta teoria ha fet gemegar molt les premses, ha produït, almenys, tretze o catorze grans interpretacions. És possible de creure-hi? ¿És alguna cosá més que una especulació de l’humanisme més o menys acadèmic? A la llum dels esdeveniments de la nostra època —que és com totes les èpoques— ho sembla. 

Jacob Burckhardt

.

Divago per la ciutat d’Atenes. Alterno les meves passejades sense objecte amb la lectura de llibres i papers. Confesso la meva fascinació pels vells volums de la «Història de la cultura grega» de Jacob Burckhardt. Després de la seva lectura és impossible de creure en una Grècia de color de rosa. «El poble grec —diu Burckhardt— és el que s’ha fet més mal a ell mateix.» Impressionant judici!

[…]

.

.

Josep Pla

Les escales de llevant

.

.

Josep Pla

Obres completes. Volum 13[…]

Edicions Destino. Barcelona, 1982

ISBN: 8423305457

.

.

.

.

.

“Ulisses a l’Argòlida” de Nicolau M. Rubió


.

.

Ulisses a l’Argòlida és una obra teatral escrita per Nicolau M. Rubió i Tudurí el 1948, que no va publicar-se fins el 1962, en els Quaderns de Teatre de l’Agrupació Dramàtica de Barcelona, editats per Joaquim Horta, sota la direcció de Joan Oliver, edició de la que en mostrem la portada, obra de García Llort.

L’obra recrea el mite d’Orestes, situant Ulisses enmig de la mort d’Egist i de Clitemnestra, a la terra dels atrides.

Josep Mª Quintana, en la seva obra “Nicolau Maria Rubió i Tudurí, 1891 – 1981: literatura i pensament”, pàgina 292, transcriu la nota prèvia que Rubió va inserir en el text manuscrit de 1948, que no va passar a l’edició de l’obra de l’any 1962:

.

.

.

“El teló s’alça, Ègist és viu. Això vol dir que ens trobem abans de la conversa olímpica del primer cant de l’Odissea, per la senzilla raó que, en aquella conversa, els déus (els quals no parlen de cap matricidi) donen per suposat que Orestes ja ha occit el seu padrastre. Per l’altre cap, la nostra visita d’Ulisses a Argos, s’ha de situar després de l’anada del rei d’Ítaca al camp dels Asfòdels; posat que, allí, el rei Agamemnó pregunta pel seu fill i Ulisses li respon que no sap res del diví Orestes. — Entre aquestes dues fites, doncs, caldrà cercar el temps en què tingué lloc la visita d’Ulisses a l’Argòlida. Com que la conversa de l’Olimp és coetània de la fi de l’amorosa captivitat de l’heroi odisseic a l’Illa de Calipso, serà entre la baixada a l’Infern i la sortida d’Ulisses de l’illa esmentada, que haurem de trobar el rastre que cerquem.  — L’interval resta ocupat, al text clàssic de l’Odissea, per la navegació fins a l’illa d’Eea; per la nit  que els odisseics hi romanen; pel dia i nit subsegüents, esmerçats amb Circè; Scil·la i Caribdis; per la vetllada tràgica i nit del desembarcament a l’illa del Sol; pel mes sencer que a l’illa acampen els expedicionaris, fins el jorn que “els déus vessen la dolça son damunt les parpelles” de l’heroi; pels sis dies que dura la impia menjada de la carn dels bous divins; per la horrible jornada del naufragi i de la pèrdua de la nau amb tots els companys d’Ulisses; i en fi pels nou dies més de viatge cap a l’illa de Calipso, on el Laèrtida romandrà empresonat en càrcer d’amor. Ara bé, podreu observar al nostre epìsodi que la visita d’Ulisses a la ciutat d’Argos dura poc. Atenea proposa al nostre heroi un problema i una tasca ben precisos: trencar el curs de la fatalitat que nia a la sang dels atrides. Per executar l’encàrrec, una nit és suficient. No cal ni imaginar que Ulisses desembarqués físicament a Nauplia, o bé a una cala ignota de la costa argòlida, ni que fes estada llarga terra endins. Desembarcament i visita s’han d’entendre com de natura màgica. Per què, llavors, la deessa no hauria aprofitat qualsevol de les nits de son, i de somni, del rei Ulisses, durant l’interval esmentat? Per què, concretament, no faríem coincidir el nostre episodi amb la son d’origen diví que sorprengué Ulisses a l’illa del sol? – Quan al destí immediat d’Orestes, en deixar Argos a la fi de l’obra, és cert que no tenim notícies que el jove Atrida seguís Ulisses – d’una manera física i actual almenys – ni al palau d’Alcinous ni al retorn a Ítaca. Però això no exclou que Orestes navegués, ni que pogués acompanyar el Laèrtida en el curs del viatge ulterior d’aquest, que Tirèsies havia predit. – Per acabar, direm que, segons totes les probabilitats, la forma literària que pogué prendre el nostre episodi a l’epos primitiu, no degué correspondre a la que avui gosa donar-li un escriptor llatí de la nostra mar d’Occident.”

.

.

.

.

 

MICENE / Micenes, de Salvatore Quasimodo

MICENE

 

Sulla strada di Micene alberata

Salvatore Quasimodo (Siracusa, 1901 - Nàpols, 1968)

di eucalyptus puoi trovare fromaggio

di pecora e vino resinato “Á la belle

Hélène de Ménélas”, un’osteria

che svia il pensiero dal sangue

degli Atridi. La tua reggia, Agamennone,

è covo di briganti sotto il monte

Zara di sasso non scalfito

da radici a strapiombo su burroni

sghembi. I poeti parlano molto

di te, dell’invenzione del delitto

nella tua casa di crisi,

del furore funebre di Elettra,

che nutri per dieci anni con l’occhio

del sesso il fratello lontano

al matricidio, parlano i diabolici

della logica della regina,

la moglie del soldato assente

Agamennone, mente, spada tradita.

E tu solo ti sei perduto,

Oreste, il tuo viso scomparve senza

maschera d’oro. Ai Leoni della porta,

agli scheletri dell’armonia scenica

rialzati dai filologi delle pietre,

il mio saluto di siculo greco.

 

Salvatore Quasimodo

El verd fals i vertader (1949-1955)

 

 

MICENES

 

Al camí de Micenes arbrat

d’eucaliptus, pots trobar-hi formatge

d’ovella i vi de resina “À la belle

Hélène de Ménélas”, una taverna

que distreu el pensament de sang

dels Atrides. La teva cort, Agamèmnon,

és cau de bandits a recer de la muntanya

Zadar de pedrots que no esgarrinxen,

les arrels abalançades als barrancs

esbiaixats. Els poetes en parlen molt,

de tu, de la invenció del delicte

a la teva casa de crisi,

del furor fúnebre d’Electra,

que esperonà al llarg de deu anys amb l’ull

del sexe el germà llunyà

al matricidi, parlen els diabòlics

de la lògica de la reina,

la dona del soldat absent

Agamèmnon, ment i espasa traïda.

I tu tot sol t’has perdut,

Orestes, el teu rostre s’esfumà sense

la màscara d’or. Als Lleons de la porta,

als esquelets de l’harmonia escènica

que els filòlegs de les pedres han redreçat,

la meva salutació de sícul grec.

 

Salvatore Quasimodo

Traducció d’Eduard Escoffet

 

 

Salvatore Quasimodo. Obra poètica

Traducció de Susanna Rafart i Eduard Escoffet

Introducció de Francesc Ardolino

Edició bilingüe.

Edicions del Salobre. Port de Pollença, 2007.

ISBN: 9788493523343